El pasado viernes, se produjo un inesperado giro en OpenAI con el sorpresivo despido de Sam Altman, quien lideró la compañía de inteligencia artificial desde 2020 y contribuyó significativamente a su rápido ascenso. Ahora, Altman encabezará un nuevo equipo de investigación en el ámbito de la inteligencia artificial, pero no en OpenAI, sino en Microsoft.
La noticia ha generado un caos interno en OpenAI, ya que la gran mayoría de sus empleados, representados por 505 de los 700, han expresado su intención de renunciar. En una carta conjunta, los empleados dejaron claro que su renuncia será inevitable a menos que todos los miembros actuales de la junta directiva dimitan. En esta carta, se destacan palabras fuertes que indican la falta de confianza en la capacidad de la junta para supervisar adecuadamente OpenAI. Mira Murati, quien asumió brevemente como CEO interina después del despido de Altman, figura entre los firmantes. En sus palabras, “Sus acciones han dejado en claro que son incapaces de supervisar OpenAI. No estamos dispuestos a trabajar para y con personas que carecen de competencia, juicio y cuidado por nuestra misión y empleados”.
Breaking: 505 of 700 employees @OpenAI tell the board to resign. pic.twitter.com/M4D0RX3Q7a
— Kara Swisher (@karaswisher) November 20, 2023
La situación se complica aún más con la oferta de OpenAI para que Sam Altman regrese a la compañía, un gesto que busca estabilizar la tumultuosa situación interna. Sin embargo, Altman ha optado por unirse a un nuevo equipo de investigación avanzada en inteligencia artificial en Microsoft, junto con el exdirectivo Greg Brockman.
Esta decisión ha dejado a los empleados de OpenAI en una encrucijada, ya que la carta conjunta sugiere que muchos de ellos están dispuestos a unirse al nuevo equipo liderado por Altman si sus condiciones no se cumplen en OpenAI. La incertidumbre sobre el futuro de la compañía y la fidelidad de sus empleados plantean desafíos significativos para la junta directiva.