El dengue es una enfermedad viral transmitida por el mosquito hembra Aedes aegypti, que se reproduce en depósitos de agua estancada en las viviendas. Esta enfermedad afecta a millones de personas en todo el mundo y es una de las principales causas de muerte en países tropicales y subtropicales.
¿Cómo se transmite el Dengue?
La transmisión del dengue se produce cuando el mosquito hembra Aedes aegypti pica a una persona enferma para alimentarse de su sangre y luego pica a una persona sana. Este mosquito es de tamaño mediano, de color oscuro y presenta líneas de escamas blancas y plateadas en el cuerpo, formando un diseño similar a una lira, así como patas oscuras con anillos claros en las articulaciones.
¿Cuáles son los síntomas del Dengue?
Existen dos formas de dengue: clásico y hemorrágico. Los síntomas del dengue clásico incluyen fiebre alta (mayor a 38°C), dolores de cabeza, dolor detrás de los ojos, dolor abdominal, muscular y articular, así como una erupción cutánea similar al sarpullido. Si la persona presenta dengue hemorrágico, se producen moretones en la piel y sangrado.
La enfermedad se manifiesta después de 5 a 15 días de la picadura del mosquito, que corresponde al período de incubación del virus en el cuerpo humano.
¿Cómo se trata el Dengue?
No existe un tratamiento específico para el dengue, pero los síntomas, como los dolores de cabeza y del cuerpo, se tratan con analgésicos y antipiréticos como el paracetamol. Es importante que el paciente descanse, ingiera líquidos y, sobre todo, que no se automedique.
Si la persona presenta fiebre continua y otros síntomas del dengue, es esencial que acuda de inmediato al establecimiento de salud más cercano a su domicilio para realizarse los exámenes de despistaje y recibir el tratamiento adecuado para evitar complicaciones.
Los pacientes con dengue hemorrágico deben ser observados cuidadosamente en los centros de salud para identificar signos de alarma y prevenir mayores complicaciones.
¿Cómo prevenir el Dengue?
Para prevenir la propagación del dengue, se recomienda tomar medidas para evitar la reproducción del mosquito Aedes aegypti en los hogares y comunidades. Es importante lavar, cepillar y tapar los recipientes donde se almacena el agua, cambiar el agua de los floreros cada tres días, cambiar el agua del bebedero de los animales diariamente y eliminar los objetos inservibles donde se pueda acumular agua de lluvia.
Es fundamental identificar y eliminar los depósitos que pueden ser “criaderos” del mosquito, como cilindros, bidones, tanques, botellas y floreros, así como objetos inservibles como latas, botellas plásticas y llantas en desuso.
En las áreas con presencia del mosquito transmisor, es esencial facilitar el ingreso e inspección de las viviendas por parte del personal de salud debidamente identificado para proceder a fumigar los ambientes.
